lunes, 14 de febrero de 2011

Simplemente, EL.

Dibujar su inicial por todos lados, e incluso tu mano. Sonreír cuando te habla como si fuera lo más gracioso del mundo y decirle con esa vocecita que es tonta. Obsesionarte con las llamadas perdidas, su voz y sus mensajes interminables. Creer que su olor ha de formar parte de cualquier molécula de oxigeno que inspires, que sus pupilas y sus iris van a acabar de trastornarte, porque esos ojos marrones son encantadores. Tararear esa canción porque así te acuerdas de ella en todo momento. Eso, eso exactamente, es de lo que te hablaba.








1 comentario:

  1. Esa sensación de estar enamorada... jiji me encata la entrada y sobre todo la parte "Creer que su olor ha de formar parte de cualquier molécula de oxigeno que inspires".
    Saludooos! :)

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